miércoles, 1 de febrero de 2017

HABLANDO CON MI TUTOR

El niño que bajo a la Tierra
Y el niño que una vez bajo a la Tierra le dijo a Dios:

Señor ya he llegado a la Tierra y como me dijiste hay una mamá que espera por mí, es dulce y amorosa y dice quererme más que a su vida y  también hay un hombre que juega conmigo y me enseña cómo hacer bien las cosas y a veces me regaña, pero siempre por mi bien, también dice amarme con locura, como debo llamarlo yo a el

“A él le debes llamar papa, pues es la otra parte que junto a mama te llamo desde la Tierra, porque para que un niño llegue a la Tierra deben haber un papa y una mama a los cuales se les llamara padres”

Gracias Señor por concederme la gracia de tener estos padres, yo también los amo más que a mi propia vida, Señor y la daría por ellos, porque no hay Amor mayor que el que sienten unos padres por sus hijos, ni el que sienten l@s hij@s por sus padres, eso es lo que debería ser, ya que el Amor no tiene fronteras y llega allá de los confines del Infinito de la Eternidad.

Ah!! Señor, también te quiero dar las gracias por ser mi amigo, mi confidente, mi maestro, por estar a mi lado y siempre alentarme a ser mejor, a dar lo mejor de mí y disfrutar del regalo de la vida.


Señor te nombro mi tutor para el Infinito de mi Ser Inmortal, porque sé que contigo nada me puede faltar, que nada me va a dañar y que saldré airos@ de cada situación que se pueda presentar y con las lecciones bien aprendidas y asimiladas, porque no hay nada más grato que tenerte a ti como Maestro y aprobar cada una de esas lecciones que traemos en nuestra mochila, cuando encarnamos en human@s. Gracias por bendecirme con tu presencia Divina. Inés.

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