Cuando se abrió la puerta
Hola amig@s, hoy me gustaría contaros como me sentí el día en
que se abrió para mí la puerta del más allá, se abrió de par en par, de golpe y
sin aviso ninguno. Ese día había sido un día normal, con los quehaceres
cotidianos, solo a la noche cambio la rutina y tuvimos, mi marido y yo, que hacer
algo, que hasta entonces hacia mi hermano, Esa noche entre en un bucle de
acontecimientos, por un lado muy dolorosos, como la partida de mi adorado
sobrino Sergi y por otro, todo el saber recordado, que aguardaba en mi subconsciente
para salir a flote y decir aquí hay mucho para compartir, pues el saber si no
se comparte no te sirve para nada, porque tú sabes que lo sabes, pero es un
triste circuito, sin embargo cuando se comparte y ves a l@s iguales a ti
entusiasmad@s, pues se ha abierto para ell@s una puerta al Infinito Inmortal
del ser, que alucinan al tener consciencia de lo que hay al otro lado de la
vida y que ha quedado ahí, en su saber, oculto tras las mundanas experiencias
diarias, quedan perplej@s y con ganas de saber más y más y eso es muy agradable
para l@s que podemos dar explicaciones del cómo, el cuándo y el porqué de los acontecimientos,
que derivan en las vidas de todos los seres encarnados en cuerpos humanos,
porque para eso hemos caminado antes que
ell@s y así podemos compartir experiencias, porque somos más viej@s y por ende
más sabi@s, no porque seamos algo especial, no, solo porque hemos llegado antes
y hemos asimilado tanta experiencia, que la podemos compartir sin atisbo de que
estamos engañando a nadie. Por todo lo contado me he decidí hace tantos años, a
compartir mi saber recordado, con tod@ el que así lo expusiera y estoy muy
agradecida por la acogida tan grata, que he tenido a lo largo del tiempo, he
ganado amig@s, que comparten al igual que yo el saber del Universo y eso es muy
gratificante, porque nunca me llevo a tal exposición, el ánimo de lucro, sino
todo lo contrario, porque no hay mayor enriquecimiento, que el compartir con tu
iguales y a la vez ell@s compartan con otr@s, que llegaron más tarde a la reunión
de amig@s, pues de eso se trata, de compartir, ya que nada es de nadie, nada es
propiedad privada, todo es una armoniosa lección de vida, para que nos
recreemos y salgamos airos@s de tal envite, que ya de por si es bastante
fuerte, para que estemos sol@s delante de la opción escogida, por todo ello doy
las gracias cada día al Hacedor de vida, porque gracias a su encargo, de
generar saber, mediante las diferentes experiencias y bajo nuestro libre
albedrio, somos capaces de completar el ciclo de vida que hayamos pactado, para
cada encarnación. Y a vosotr@s compañer@s de viaje, os doy gracias de corazón, sé
que para much@s ha sido su primera vez, la primera toma de contacto con el tema
que nos ocupa y ha sido grata la experiencia, para otros ha sido un planteamiento
inusual, que l@s ha hecho recapacitar sobre el tema y eso es una recompensa
genial, el poder compartir, hablar y decidir ente tod@s como enfocar la vida
que nos atañe completamente a tod@s, se crea o no en el concepto espiritual.
Gracias por estar ahí, sé que lo estáis y estaréis por siempre,
porque formamos un gran equipo. Un beso pleno de bella y alta vibración. Inés.
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